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Fuera de juego

Epidemia Mundial

Textos Maestros es una sección mía , se entiende que de concepto no de propiedad, en la que insertaré las mejores reflexiones hechas a costa del fútbol. Como tampoco se me ocurre mejor manera de definir la victoria del Barça rescato el texto del maestro.

(Cortesías)

Jordi Costa

Hoy me siento como una mujer croata. Jamás hubiese pensado que acabaría escribiendo una frase así. Hace unos días, gracias a este mismo periódico, supe que las mujeres croatas habían logrado incrementar el índice de venta de vibradores. Mientras el grueso de la población masculina se va a apostar frente a los televisores para ver el Mundial, ellas están dispuestas a invertir su tiempo en otras cosas. No me malinterpreten: no ando contemplando la posibilidad de incrementar el índice de venta de vibradores de mi barrio, pero sí que, como una mujer croata, tengo muy claro que nadie me verá apostado ante el televisor abducido por un balón.

La idea de ver cómo dos equipos de once personas intentan colar un balón a través de un rectángulo vigilado por un brutote del equipo contrario tiene, por así decirlo, muy poca miga narrativa. Me encantaría poder ver en ese relato paupérrimo claves secretas de éxtasis nacionalista y de autoafirmación personal, envidio a los que hablan de magia y poesía cuando ven a Ronaldinho y, sin duda, me encantaría que, cuando hablo de alguna chorrada, todo el mundo viera en mí al filósofo que ven en Valdano.

Este Mundial ha desatado una fiebre interpretativa sin precedentes: los ensayos futboleros atiborran librerías y suplementos de prensa. Para mí, buscarle sentido y poesía al fútbol es la forma más extrema del auto-engaño que lleva al ser humano a pensar que cualquiera de sus actividades significa realmente algo, cósmicamente hablando.

 

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